Era su oportunidad de dar el salto a las grandes ligas en Hollywood o quedarse en el “ya merito”. De repente, Kevin Pollak, un actor novato y casi desconocido, compartía créditos en “A Few Good Men” con leyendas de la talla de Jack Nicholson, Demi Moore, Kevin Bacon, Kiefer Sutherland, Cuba Gooding Jr. y Tom Cruise.
Era una oportunidad que muchísimos actores desearían: entrar por la puerta grande a una de las industrias mas competidas y celebradas del mundo. Es natural que podría sentirse nervioso e intimidado de trabajar al lado de tremendas figuras del cine americano. ¿Cómo lo verían?, ¿qué pensarían de él?
Aquí es donde la historia toma otra dimensión. Pollak lo recuerda como uno de sus momentos de más motivación. Entrevistado en el programa “The Rich Eisen Show”, declaró: “Tom Cruise me trató como un igual”. La estrella más popular y mejor pagada del cine en el mundo trataba a un novato con el mismo respeto que a una figura consagrada del elenco. Tom Cruise hizo que Pollak se sintiera seguro y confiado para hacer su trabajo. Tom Cruise lo trató como un primer actor.
Por eso me pregunto: ¿qué pasaría si, todos los días, en cualquier situación, tratáramos a todo el mundo con ese respeto?
Escuchar, valorar y respetar la opinión y colaboración de los demás es una elección que tenemos todos los días. Cada interacción es una oportunidad para comportarnos como un líder o como un ogro.
Sentirse valorado en una situación de trabajo es una necesidad humana básica. Piensa en la última vez que sentiste que tu opinión no era valorada o que no tenías oportunidad de expresar lo que pensabas. Nunca lo hagas, ni subestimes el respeto como un motor de la colaboración.
Hacer que las personas se sientan valoradas es un poder innegable. Si consigues hacerlo, harás que las personas que trabajen contigo lo recuerden hasta los huesos y nunca se olviden de ti.
Estas son 5 características de los líderes que admiro, y cómo puedes aplicarlas.
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