Obviamente la productividad es importante, es más, es indispensable si quieres ser un profesional exitoso. Precisamente por eso, porque todo el mundo quiere hacer más, es que existen tantas herramientas, aplicaciones o estrategias para ser más productivo.
Todos las conocemos, son productos que hemos utilizado y en los que incluso hemos invertido dinero. El problema con todos estos hacks es que se enfocan en manejar el tiempo para ayudarnos a hacer más tareas, pero olvidan por completo el verdadero secreto de la productividad.
El secreto de la productividad es encontrar el balance entre energía, enfoque e interés en el trabajo.
La productividad no es simplemente hacer más cosas, es seleccionar lo correcto, para separar lo importante de lo urgente y poner toda la atención, el enfoque y la capacidad en algo que sabes que va a marcar diferencia.
Cuando trabajas en algo que sabes que vale la pena y además te gusta, es más fácil concentrarse, resolver los problemas e invertir tiempo y energía de manera eficiente en lugar de divagar de una cosa a otra. Por eso, en esencia, ser productivo no es lo mismo que hacer muchas cosas, es hacer cosas valiosas.
Para ser productivo lo primero que tienes que hacer es deshacerte de muchas tareas, sí, dejar todo aquello que no atrapa tu atención al 100% porque no te gusta o no te interesa, y también todo el trabajo que sabes que no contribuye de manera importante a conseguir algo grande.
Pero lo más importante sobre la productividad que nadie entiende o nadie dice, es que la clave no es administrar el tiempo que tienes, sino administrar tu energía.
¿Por qué la productividad se basa en manejar la energía y no el tiempo?
Porque si manejas bien tu energía, aprovechas mejor todos tus recursos.
Para empezar, las horas que trabajes las vas a trabajar de manera más inteligente, más enfocado y con mayor intensidad, vas a tomar mejores decisiones y a marcar diferencia. Tus resultados positivos se van a multiplicar y el tiempo te va a rendir más.
Probablemente trabajes menos horas, pero avanzarás más porque estarás haciendo trabajo más relevante.
Deja de jugar al superhéroe
Por más que quieras y sin importar lo que hagas, es imposible trabajar todo el día o involucrarse en todo, tu energía no es un recurso infinito ni tampoco es renovable, puedes generar más, pero la que usaste o desperdiciaste no volverá nunca más.
Seguramente te ha pasado que trabajas por muchas horas, te quedas hasta muy tarde, inviertes mucha energía y tiempo, pero al día siguiente te das cuenta de que mucho del trabajo que hiciste la noche anterior es mediocre o de mala calidad, precisamente porque cuando lo hiciste ya estabas cansado. ¿Qué pasa?, que lo tienes que repetir o tienes que corregir muchos errores, es decir que tienes que invertir más tiempo y energía en el mismo trabajo. No fuiste eficiente, estratégico ni efectivo con tu energía.
Para evitar que esto pase, te tienes que conocer muy bien, identificar en qué momento del día tienes la energía que se necesita para hacer alguna tarea específica y organizar tus días de acuerdo con esto. Sí, la productividad requiere de un cierto nivel de orden y administración, por ejemplo, no es lo mismo hacer trabajo administrativo o creativo, la energía que requiere cada uno es diferente y tienen que ser programados de esa manera.
Porque recuerda, cuando hagas algo tienes que estar concentrado completamente en ello, poner toda tu capacidad y energía para conseguir buenos resultados. La productividad no se mide en base a la cantidad de tareas que completas, sino al tiempo que inviertes y los resultados que ese trabajo genere.
La energía no se tiene, se genera
Los seres humanos no estamos precargados como una pila con una cantidad determinada de energía que podemos utilizar todos los días, tampoco podemos generarla por el simple hecho de no hacer nada.
Todos conocemos personas que hacen muy poco pero nunca tiene energía, ni ánimo o intenciones de hacer algo, es más, puedo decir que las personas que hacen menos cosas, incluso menos cosas interesantes tienen menos energía que las personas que están muy ocupadas en algo que les gusta y constantemente se están cargando de entusiasmo.
La energía que necesitamos para ser productivos se genera básicamente de dos maneras: con descanso e información de calidad.
En un mundo obsesionado con la productividad, descansar puede ser mal visto, tranquilo. Que no te moleste lo que digan, descansa el tiempo que necesites para generar la energía que has invertido en un día de trabajo.
Desconéctate por completo, duerme lo necesario, cuida tu físico, haz ejercicio y aliméntate bien. Además, consume información de calidad, cosas que te hagan pensar y fomenten tu creatividad. Aléjate de personas tóxicas que ven el mundo de manera negativa y relaciónate únicamente con personas que están explorando cosas nuevas y asumiendo retos más grandes de los que tenían ayer.
Conclusiones:
El secreto de la productividad que nadie entiende es que lo primero que se tiene que administrar es la energía y no el tiempo.
Organiza tus días de acuerdo con la energía que tienes cada hora y programa tus actividades de acuerdo a ello. Cuando tienes la energía necesaria para hacer una tarea especifica, lo haces mejor, haces trabajo de más calidad y marcas la diferencia.
Ser productivo es hacer trabajo que contribuya y no mucho trabajo que no vale la pena.