El primer error cuando se elabora un plan es pensar que el plan lo resuelve todo.
Puedes hacer un plan perfecto para la vida, el trabajo o el negocio. Puedes planificar cada año, cada mes, cada semana, cada día, incluso cada hora, pero de ninguna manera puedes asumir que planificar al detalle te garantiza que las cosas van a salir como las imaginaste, planificar no resuelve todo en la vida, nada más la hace más divertida.
Tradicionalmente se etiqueta como cuadrado y obsesivo del orden a quien acostumbra elaborar planes para cualquier tipo de proyecto y existe la visión que la parte más divertida de la vida viene de la mano con la libertad de hacer lo que te venga en gana a cada momento, y que son las personas más atrevidas y naturales quienes disfrutan más de las cosas buenas que hay en el mundo. Yo no lo veo así. Para mí, planificar es diversión por donde lo veas – elaborar un plan es la posibilidad de asomarse al pasado para aprender de las buenas y malas experiencias, y traer el futuro al presente para hacer un boceto de algo especial. Planificar te permite romper la línea del tiempo y divertirte en ello, es aprender que el camino al éxito no es una línea recta que va del inicio al fin de un objetivo, y qué tienes que prepararte para aprovechar al máximo las subidas y bajadas, las vueltas en u, los zig zags y las todas rectas. Planificar no garantiza el éxito de nada, pero te da herramientas para vivir al límite cada oportunidad.
Quien se preocupa por planear, se preocupa por conocerse a sí mismo, entender sus fortalezas, debilidades y descubrir en que áreas tiene que prepararse más. Proyectar un mapa de lo que puede pasar en el futuro te convierte en una persona más segura y en consecuencia en alguien mejor desenvuelto. La planeación anticipa los momentos clave para tener cuidado, pero sobre todo las oportunidades para improvisar, acelerar o cambiar de dirección, planificar te convierte en alguien más flexible y espontáneo.
Las 5 razones de la semana rescatan las ventajas de planear para las cosas más importantes de la vida y reconocer que dibujar lo que puede pasar en el futuro te convierte en una persona más atrevida y espontánea.
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